Una
vez regalé una rosa, no era una rosa cualquiera, fue es y será la rosa más
especial que pude regalar; una rosa más frágil que todas las demás, con un
significado más fuerte de lo que puedas imaginar; una rosa más viva que las
demás, porque nunca morirá, una rosa, una sola rosa, una rosa más hermosa que
cualquier otra, porque era una rosa de cristal.
Se la
regale a una persona especial, a alguien que siempre me hace reír, a una
persona que me enseño muchas cosas, aunque no tenga idea que lo hizo. ¿por qué
le regale una rosa? ¿por qué de cristal? ¿por qué me me ocultaba a mí misma el
“por qué”? le di esa rosa el día del amor y la amistad, no tenía pensado darle
absolutamente nada, pero un brillo golpeo mis pupilas, cautivándome al
instante, cuando la vi, pensé en esa persona, en ese momento no sabía el por
qué… Ahora lo sé; era cristal, brillaba y te atrapaba para que lo vieras; era
cristal, tan frágil como nosotros; era cristal, éramos ella y yo; mientras le
daba vueltas a la rosa en mi cabeza entendí el por qué pensé en ella cuando la
vi... “fragilidad”, ese fue mi punto de partida; vi la rosa tan frágil y tan
hermosa como nuestra amistad, entonces sonreí.
Cuando
se la di, después de muchos días me di cuenta de que había hecho una promesa,
sin haberme enterado lo había hecho. Al darle la rosa le di nuestra amistad, le
explique sin palabras lo frágiles que éramos y le pedí sin aliento que la
cuidara y que la protegiera, que no la dejara caer ni romperse, y le prometí
que haría lo mismo, lo hice sin palabras y sin un papel, lo hice sin ruido ni
nervios, lo hice tranquila y con una mirada, lo hicimos las dos con una
sonrisa, prometiéndonos con la voz del viento que soplaba sobre nosotras que la
ROSA DE CRISTAL no tocaría el suelo jamás.
Creo que no tenga nada que decir, esto lo explica todo, lo único que me gustaría agregar es que no tomen estas palabras como una historia, si no como una verdad, la amistad es tan frágil como el cristal y a la vez tan hermosa como una rosa, lo entendí hace poco y desde entonces cuido de mis amistades, porque tengo miedo que se rompan... deberíamos todos hacer lo mismo, porque son valiosos y únicos.- Dariana H.
Increiblemente cierto, y pensar que la mayoría de las personas no se percatan de ello hasta que se encuentran en el borde o simplemente ya cayeron.
ResponderBorrar